Ir al contenido principal

“El fulgor”. Nacho Vegas dando vida a una canción

“Y en la noche negra y en mi alma enferma, se hizo de pronto la luz. Y de una inmensa esfera surgió una cruel melodía, que nadie, nadie más oyó”. (“El fulgor”, Nacho Vegas).

Observando, de forma silenciosa y minuciosa, Ramón Lluís Bande se propuso a principios de siglo convertir al músico Nacho Vegas en materia de investigación. Durante meses grabó el proceso de creación de su tema “El fulgor” desde los primeros balbuceos compositivos y narrativos, hasta los ensayos y presentación en directo en el festival Tanned Tin de Santander, alternando en el resultado entrevistas y charlas con el músico de Gijón. Sin iluminación artificial, ni atrezzo, ni excesiva preparación previa al rodaje, el equipo reducido de Bande observó y capturó la búsqueda del proceso de articulación y desarrollo de esa canción de Vegas, finalmente incluida como tema extra en “Cajas de música difíciles de parar”. Un tema no muy conocido de su discografía de fuerte sustrato literario, que versa la historia del joven que conoce el “fulgor” y busca comunión con alguien del pueblo para compartirlo, pero toda la gente con la que se cruza no quiere saber nada de esa revelación, lo que le empuja a “huir a mi casa en el norte, me acurruqué en mi rincón, juntos yo y Johnny Walker dimos forma a una extraña y hermosa y violenta canción”. Una metáfora, claro, de la composición artística como el propio documental propuesto por Bande que da como resultado un juego audiovisual de hora y media de duración de contenido matrioshka (un creador observando a otro en dos disciplinas diferentes) dividido en nueve largos planos secuencia.

En el posterior ensayo documental “Ne change rien” (2009) de Pedro Costa, asistíamos también a una gesta similar a la creación. Allí, la actriz y cantante francesa Jeanne Balibar, preparaba un disco de fados con sus músicos mientras los espectadores éramos partícipes de aquella grabación compuesta de arreglos, ensayos, equivocaciones, discusiones con los músicos y repeticiones ­­­—sobre de todo de repeticiones—, del tema con el que Balibar iba afinando hasta encontrar el milagro de lo buscado o la aproximación más cercana a ello. Porque “Ne change rien” y “El fulgor” son dos películas gemelas en lo que nos cuentan pero de estilos completamente diferentes. Expresionista y de cuidada fotografía en blanco y negro, la del director portugués, y de apariencia austera y de formas y colores cercanos a lo amateur, la de Ramón Bande.

En un momento de esta propuesta radical, introspectiva y difícil, Vegas recuerda que “toda canción está inacabada pues nace para ser compartida” y por lo tanto, recreada y modificada cada vez que alguien la rememora. La única posibilidad que tienen los músicos de afrontar y recuperar esa pérdida diluida en los receptores de su trabajo, consiste en reemplazar dichas obras por otras nuevas. Y en esas andan aún Nacho Vegas y el director de este documental.

José Martín S


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"White Riot": Rock contra el racismo

A mediados de la década de los setenta, Reino Unido vivió una época de declive económico agravada para la ciudadanía por la bajada de salarios y los recortes de servicios públicos. Aquel fue un caldo de cultivo idóneo para que surgieran movimientos de ultraderecha que demonizaban al inmigrante señalándole con el dedo como culpables de todos los males. El partido fascista National Front abrazó la desesperación de los autóctonos en los barrios de diferentes localidades británicas para hacer grupo, con una ideología demagógica y xenófoba que les les hizo ascender en popularidad. En 1976, el fotógrafo londinense Red Saunders funda Rock Against Racism para combatir el racismo del National Front y a su líder, el supremacista blanco Enoch Powell. El RAR (Rock Against Racism) se consolidó como un movimiento de activismo y denuncia en el que la música cobraba un protagonismo fundamental. Si la ANL (Anti Nazi League) era pura lucha política, el RAR cultivaba la cultura y el entretenimient...

Omega: Morente y Lagartija Nick, 25 años después

“Tengo un guante de mercurio y otro de seda” (“Poema para muertos”, Federico García Lorca). "Omega" , el documental de José Sánchez Montes y Gervasio Iglesias (2016) cuenta la génesis, grabación y polémica puesta en marcha para los directos de la colaboración entre Morente y Lagartija Nick  del disco que, a finales de los noventa, aunó seguiriyas, peteneras y bulerías con los magmas sonoros ruidistas de la lagartija granaína. Es decir, lo viejo y lo nuevo, clasicismo y pureza con modernidad absoluta (¿no era esa, precisamente, una de las definiciones que en el colegio nos hacían de la obra de Lorca cuyo espectro junto al de Leonard Cohen  lleva recorriendo el mítico Omega desde 1996?). Un viaje, desde Granada a Manhattan , que comenzó a cocinarse en 1994 no exento de tribulaciones: la muerte de la madre de Morente durante la grabación, el “esto es una mierda” con el que un directivo poco visionario de Sony despachó la escucha de una demo del disco, la (micro)presentación de...

“Kraftwerk: Pop Art”. Los genios de Düsseldorf en el museo

El pasado mes de abril nos dejaba Florian Schneider , miembro fundador de Kraftwerk . Etiquetados al principio dentro del género musical “krautrock” (denominación de los críticos anglosajones) o “Kosmische Musik” (música cósmica, término usado en Alemania), han terminado por derribar etiquetas y géneros, y su música ha sido adoptada por el rock y el pop además de por la electrónica. Desde el estudio que ellos mismos crearon, el Kling Klang (al que se referían como su “jardín electrónico”) inventaron un estilo cuyas composiciones resultan imprescindibles para comprender la música desde el siglo pasado hasta nuestros días.   Ralf Hütter y Florian Schneider se conocieron en 1968 durante un curso de música improvisada en el conservatorio de Düsseldorf. Aquel encuentro fue el embrión del nacimiento de Krafwertk. Los dos fundadores del proyecto en ciernes se interesaron por las formas musicales de los, también alemanes, Can y contactaron con uno de sus cerebros, Holger Czukay, qu...