El actor Benicio del Toro se encarga de narrar la crónica vital del músico, productor y artista visual jamaicano. “The Upsetter: The life and music of Lee Scratch Perry” (2008) de Ethan Higbee es un interesantísimo documental ilustrado con decenas de imágenes de archivo y entrevistas a los protagonistas relacionados con uno de los padres del dub junto a King Tubby: Rainford Hugh Perry, rebautizado por él mismo como The Upsetter, el “agitador” y conocido mundialmente como Lee “Scratch” Perry.
Perry nació en Kendal (Jamaica) en 1936. Su familia estaba marcada por la miseria, lo que le obligó a trabajar desde temprana edad. Participando en la construcción de una carretera tuvo su primera “revelación”, percibió “las vibraciones y frecuencias de la piedra” como si se tratara de una fuente sonora: “si no fuera por aquel trabajo no habría sido productor. De ahí viene todo”, llega a asegurar en el documental. Se mudó a Kingston donde contactó con los principales estudios de grabación, por aquel entonces entregados al popular sonido ska. A principios de los sesenta realizó sus primeros trabajos de composición y producción musical para el sello de Joe Gibbs, Amalgamated Records, pero no figura en los créditos su labor, porque Gibbs suplantaba su aportación u ofrecía el reconocimiento a otros productores de más renombre en detrimento de, por aquel entonces desconocido, “Scratch” Perry.
Perry nació en Kendal (Jamaica) en 1936. Su familia estaba marcada por la miseria, lo que le obligó a trabajar desde temprana edad. Participando en la construcción de una carretera tuvo su primera “revelación”, percibió “las vibraciones y frecuencias de la piedra” como si se tratara de una fuente sonora: “si no fuera por aquel trabajo no habría sido productor. De ahí viene todo”, llega a asegurar en el documental. Se mudó a Kingston donde contactó con los principales estudios de grabación, por aquel entonces entregados al popular sonido ska. A principios de los sesenta realizó sus primeros trabajos de composición y producción musical para el sello de Joe Gibbs, Amalgamated Records, pero no figura en los créditos su labor, porque Gibbs suplantaba su aportación u ofrecía el reconocimiento a otros productores de más renombre en detrimento de, por aquel entonces desconocido, “Scratch” Perry.
Pionero del sample, en el tema “People Funny Boy” añade el llanto real de un bebé y se inventa el “toasted”, un método nada convencional de grabación y producción que consistía en el recitado de unos versos o frases sobre una base pregrabada de bajo y batería. Drum and bass. El palpitar del corazón interactuando con lo cerebral. Harto del trato que recibió como mezclador y productor asalariado, reúne a unos músicos de sesión y forma The Upsetters, que despertaron la curiosidad y el interés de Bob Marley que contactó con él, una relación tormentosa que terminó mal, a pesar de que Perry estuviera detrás de algunos de los mejores temas de Bob Marley & The Wailers. Interesados por el reggae, el ska, y el dub, The Clash llamaron al productor para que rematase su primer disco publicado en 1977. El tema “Police and thieves” incluido en el debut de los Clash era en realidad una versión de un conocido single de Junior Murvin, un músico jamaicano obsesionado con Curtis Mayfield al que también produjo Perry. A Murvin no le gustó nada la versión que los británicos hicieron de su tema, pero sí a la crítica y a Bob Marley que le inspiró para componer al poco tiempo su “Punky reggae party” junto a los Wailers. Comenzaba la popularidad y el reconocimento mundial de Lee, y las ofertas de trabajo que requerían sus servicios. Hasta Paul y Linda McCartney viajaron a Black Ark, el estudio del productor en Kingston, para que produjera y mezclara el tema “Sugartime” incluido en el disco “Wide Prairie”. Precisamente ese estudio de grabación fue protagonista en 1970 cuando ardió en llamas ¿El motivo? El autor fue el propio Perry que quiso “acabar con los malos espíritus y renacer de las cenizas” haciendo desaparecer el Black Ark Studio, el espacio donde Lee Scrath Perry hizo sus experimentos sonoros que han tenido una influencia impresionante en la música posterior.
En la última parte del documental vemos ese renacer, “limpio” de adicciones varias además, del viejo “Scratch” Perry en Suiza junto a su familia. En el sótano de su casa junto al lago Zurich ha construido el estudio Blue Ark, la continuación del laboratorio musical que inició en Jamaica que lo ha convertido en una figura de importancia capital en la historia de la cultura contemporánea.
José Martín S
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